- Productora de café salvadoreña, está obteniendo mejores precios en la venta de café, gracias a las prácticas de cosecha selectiva aprendidas en los entrenamientos de MOCCA.
Teresa Rivas, de 68 años, es una caficultora ejemplar de Santa Ana, El Salvador. Desde niña, el café ha sido parte esencial de su vida. Creció en una familia cafetalera y, hace 25 años, comenzó su propio camino como productora al heredar una manzana de terreno. Con dedicación y esfuerzo, logró expandir su finca a tres manzanas, convirtiendo su pasión en un medio de sustento para su familia y su comunidad.
Para Teresa, la caficultura no solo es un trabajo, sino una fuente de orgullo. “Me motiva ver la cosecha, porque es el fruto de mi esfuerzo y también una forma de generar empleo para mi comunidad”, afirma.
A pesar de su experiencia, Teresa enfrentó desafíos por falta de conocimientos técnicos, que afectaban la calidad de su café y sus ingresos. Durante años, luchó por obtener precios justos en un mercado competitivo y con pocas opciones de comercialización equitativa.
En 2022, Teresa decidió unirse a los entrenamientos del programa MOCCA, donde encontró herramientas clave para transformar su producción. Aprendió prácticas como la cosecha selectiva, que le permitieron mejorar significativamente la calidad de su café.
“Gracias a las prácticas de cosecha selectiva aprendidas en los entrenamientos de MOCCA, he mejorado la calidad de mi café. MOCCA me conectó con Café Tuxpal para venderles mi café. ¡Esta última cosecha, me pagaron más del 50% más por cada quintal de café oro!”
Teresa Rivas
Productora de café
Santa Ana, El Salvador
MOCCA es una iniciativa financiada por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), a través de su Programa de Alimentos para el Progreso (Food for Progress Program), que busca mejorar la productividad agrícola y expandir el comercio de productos agrícolas. El programa MOCCA es ejecutado por un consorcio liderado por TechnoServe, Lutheran World Relief lidera las actividades del programa cacao.
Con las ganancias de su última cosecha, Teresa invirtió en su finca. Adquirió una motosierra para facilitar las labores diarias y fabricó trampas para combatir la broca del café, asegurando un manejo más eficiente de sus cultivos.
Además de ser una productora exitosa, Teresa promueve activamente el rol de las mujeres en la caficultura. Comparte sus conocimientos con otras productoras, animándolas a implementar buenas prácticas agrícolas y mejorar sus fincas. “Cada esfuerzo cuenta para impulsar el sector cafetalero de El Salvador”, dice con orgullo.
Teresa Rivas es un ejemplo vivo de cómo la pasión, el aprendizaje continuo y la colaboración pueden transformar vidas y comunidades.