- En el departamento de Ahuachapán, El Salvador, el productor de café Luis González aumentó su productividad en un 50%.
Desde pequeño, Luis González supo que el café sería parte fundamental de su vida. Sus padres también fueron productores de café y Luis creció con un profundo amor por este cultivo. Además del café, cultiva granos básicos y practica la apicultura, actividad que comenzó con solo dos colmenas y que ha crecido exponencialmente hasta alcanzar 75 en la actualidad.
En 2012, Luis dio un gran paso al adquirir una finca de 11 hectáreas. Sin embargo, los años siguientes no fueron fáciles. La roya, una enfermedad devastadora para los cafetales, afectó severamente su producción. Pese a los desafíos, su determinación lo llevó a buscar soluciones.
En 2021, se unió al programa MOCCA, donde encontró el apoyo técnico y las herramientas necesarias para transformar su finca. A través de la implementación de buenas prácticas agrícolas, como técnicas de poda y el uso de biofertilizantes, Luis revitalizó sus cultivos.
“¡Me siento muy contento porque aumentó mi producción de café! En la cosecha 2021-2022 mi producción fue de 80 quintales y en 2023-2024 coseché 120 quintales” comenta Luis entusiasmado.
“Gracias a las recomendaciones del técnico de MOCCA, implementé la mecanización con una motobomba. Esto ha sido clave para optimizar recursos”, explica. Antes, necesitaba 12 barriles de fertilizante para cubrir sus 11 manzanas de cafetales; ahora solo requiere 4. Además, el tiempo destinado a estas tareas se redujo de seis días a solo uno, representando un ahorro significativo en mano de obra.
MOCCA es una iniciativa financiada por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), a través de su Programa de Alimentos para el Progreso (Food for Progress Program), que busca mejorar la productividad agrícola y expandir el comercio de productos agrícolas. El programa MOCCA es ejecutado por un consorcio liderado por TechnoServe, Lutheran World Relief lidera las actividades del programa cacao.
El compromiso de Luis con la sostenibilidad no se limita a su propio beneficio. Su finca es ahora una parcela demostrativa donde mensualmente, con la asistencia técnica de MOCCA, se entrena en buenas prácticas agrícolas a un grupo de 20 productores de café de su comunidad y zonas cercanas.
En los entrenamientos González ha aprendido a elaborar biofertilizantes a partir de materiales orgánicos, incluyendo bambú cultivado en su finca. Este enfoque ha resultado en una reducción del 73% en los costos de fertilización, permitiendo a Luis invertir en otras áreas de su finca. “El café no es solo un sustento; es una herencia que debemos cuidar para las próximas generaciones”, reflexiona.