- En Jaén, Perú, Juan Vásquez y su esposa pasaron de cosechar 30 quintales de café por hectárea a cosechar 70 quintales por hectárea.
En las altas montañas de Huabal, Jaén, Perú, Juan Vásquez ha encontrado su propósito entre los cafetales que su familia ha cultivado por generaciones. Desde niño, aprendió el arte de cuidar las plantas de café bajo la guía de su padre y su abuelo, quienes trabajaban la tierra con métodos tradicionales y limitados conocimientos técnicos. Hoy, como padre de tres hijos y esposo de Nancy Medina, Juan se esfuerza por transformar ese legado en una fuente de prosperidad para su familia y su comunidad.
“Lo que más me gusta de ser productor de café es ver cómo las plantas crecen y se desarrollan. El café no solo nos da ingresos, también nos une como familia”, reflexiona Juan.
Años atrás, en busca de nuevas oportunidades, Juan dejó Huabal para establecerse en San Martín, en la selva peruana. Allí continuó cultivando café, pero su esfuerzo se vio frustrado por la roya, una enfermedad que destruyó gran parte de su plantación. A pesar de los desafíos, decidió regresar a su tierra natal y empezar de nuevo. Con determinación, estableció una nueva finca en Huabal, decidido a superar las dificultades que habían limitado la productividad de su familia durante años.
“Mis padres y abuelos cultivaban el café empíricamente, sin saber los distanciamientos adecuados ni manejo técnico para establecer una plantación. Eso impedía que las plantas alcanzaran su máximo potencial”, comenta Juan, recordando las lecciones de su infancia.
MOCCA es una iniciativa financiada por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), a través de su Programa de Alimentos para el Progreso (Food for Progress Program), que busca mejorar la productividad agrícola y expandir el comercio de productos agrícolas. El programa MOCCA es ejecutado por un consorcio liderado por TechnoServe, Lutheran World Relief lidera las actividades del programa cacao.
Convencido de que el conocimiento era clave para mejorar su producción, Juan se unió al programa MOCCA, donde aprendió prácticas innovadoras que revolucionaron su forma de trabajar. “En los entrenamientos de MOCCA aprendí a fertilizar en las dosis y tiempos correctos. También aprendí a controlar plagas y enfermedades que antes me hacían perder muchas plantas”, explica con satisfacción.
“¡Mi productividad aumentó! Antes cosechaba 30 quintales por hectárea, ahora estoy cosechando hasta 70 quintales por hectárea, lo que mejoró significativamente los ingresos para mi familia”
Juan Vásquez
Productor de café
Jaén, Perú
Gracias a las ganancias, pudo adquirir un terreno en la ciudad, invertir en ropa para sus hijos y disfrutar de salidas recreativas en familia, algo que antes no era posible.
Nancy, su esposa, es un pilar fundamental en esta transformación. Juntos trabajan en la finca como un equipo, cuidando cada detalle para garantizar un futuro mejor para sus hijos.
Pero el compromiso de Juan no termina en su finca. Inspirado por los resultados positivos, comparte sus conocimientos con otros productores de la comunidad. “Mis vecinos ven cómo mi finca ha mejorado y quieren aprender también. Yo les enseño lo que aprendí en MOCCA porque creo que todos podemos prosperar”, afirma con orgullo.
Para Juan Vásquez, el café es mucho más que un medio de subsistencia; es un símbolo de resiliencia, unión familiar y progreso. Con cada planta que florece en su finca, él cultiva también un futuro lleno de esperanza para su familia y su comunidad.