- Ingresos incrementaron un 68%
- La búsqueda de diversificar ingresos y un cultivo amigable con el medio ambiente motivaron a esta familia a sembrar cacao.
En la comunidad Flor de Caña, en Plan de Grama-Wiwili Jinotega, Nicaragua; habita Hermes Meza Rivera y su esposa María Luisa Salgado con sus 5 hijos; quienes son propietarios de la finca El Porvenir y tienen 4 manzanas de cacao establecidas bajo sistema agroforestal: 2 en producción y 2 en desarrollo.
Aunque la familia se inició en el mundo del café, en 2008 decidieron diversificar su finca y sembrar cacao en la búsqueda de nuevos ingresos y como una forma de protegerse de la variabilidad de precios del café.
En un primer momento a Hermes, le pareció ventajoso el hecho de requerir menos mano de obra para cosechar el cacao, sin embargo, al infectarse sus plantaciones de Monillia y Mazorca Negra, la falta de conocimiento sobre manejo de las enfermedades afectó su productividad y supo que para hacerles frente debía buscar ayuda.
Fue en 2021, cuando la Cooperativa Flores del Campo R.L se unió al proyecto MOCCA, que Hermes y otros 86 productores socios de la cooperativa, encontraron el apoyo técnico que necesitaban a través de un proceso de entrenamientos para el manejo del cultivo de cacao.
Algunos temas de los entrenamientos son: Manejo de Fertilidad de Suelos Cacaoteros, Poda del Cacao y el Manejo de Árboles Acompañantes, Manejo Integrado de Plagas de Cacao, Manejo del Piso de los Cacaotales, Cadmio, Cosecha, Fermentación y Secado del Cacao e Injerto en cacao.
MOCCA es una iniciativa financiada por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), a través de su Programa de Alimentos para el Progreso (Food for Progress Program), que busca mejorar la productividad agrícola y expandir el comercio de productos agrícolas. El programa MOCCA es ejecutado por un consorcio liderado por TechnoServe, Lutheran World Relief lidera las actividades del programa cacao.
Ingresos crecieron un 68% gracias a mayor productividad
MOCCA en Nicaragua en la Cadena de Valor de Cacao, trabaja con 14 organizaciones de productores a nivel nacional, atendiendo alrededor de 3000 pequeños productores cacaoteros. Las regiones donde se trabajan son Jinotega, Matagalpa, Región Autónoma de la Costa Caribe Norte, Río San Juan, Región Autónoma de la Costa Caribe, Nueva Segovia.
“Con todo lo aprendido en los entrenamientos y poniendo en práctica en la parcela de cacao, mi producción ha mejorado en un 35%, ya que pudimos controlar las enfermedades que antes nos afectan. En 2020 cosechamos 65 quintales de cacao baba con un ingreso de USD $ 2282, mientras en 2022 logramos cosechar 95 quintales baba aumentando nuestro ingreso de USD $ 3335”, nos revela muy contento el productor.
Gracias a la mejora, la familia pudo invertir en la construcción de una bodega para granos y mejorar la cocina de la vivienda. “También compramos una televisión, pero lo más importante es que estamos apoyando a nuestros hijos para que sigan estudiando”, expresó Luisa.
Hermes y su familia, no se guardan lo aprendido sólo para ellos. Visitan a productores de su comunidad, enseñándoles por ejemplo cómo podar el cacao para que entre suficiente luz y aire, que permita airear la plantación para controlar la humedad, reducir el riesgo de enfermedades y mantener la sombra adecuada para la productividad. “También les enseño sobre cómo injertar y muchos productores vienen a la finca, donde les explico sobre las ventajas del manejo adecuado y los buenos resultados que he tenido”, agregó.
“El cultivo de cacao nos viene a beneficiar en lo que es la parte ambiental, ya que nos sirve para reforestar y diversificar. El cacao es una planta que da divisas todo el año para la familia y me gusta este cultivo porque es una forma de trabajar la agricultura orgánica, algo que siempre me ha interesado” expresa el productor.