En Nicaragua, el término “Fachento” es parte del lenguaje coloquial y se dice de una persona que está “llena de presunción o vanidad”, pero no debe confundirse la vanidad con el orgullo, en especial, cuando proviene del trabajo duro.
Activa, participativa, abierta al conocimiento, Rosa Emilia, es una mujer de campo que creció entre cafetales,en las haciendas donde trabajaban sus padres, donde ella también trabajó arduamente para otros, hasta que pudo hacerse de sus propias tierras, hace 9 años, cuando se convirtió en productora de café.
Madre soltera, desde muy temprano encontró en el café su sustento y pasión. ”Soy el pilar económico de mi hogar, de la finca vivimos todos: mis dos hijos, mi nieto y yo”, explica.
“Mi parcela es mi empresa”
A su parcelita le dedica todo su esfuerzo y consciente que para sacarla adelante debía aprender más sobre café decidió participar en los entrenamientos de MOCCA, en los que ha aprendido sobre el control de plagas y enfermedades como la Broca y la Roya, podas y cosecha selectiva; todo ello asegura, le han ayudado a aumentar su productividad.
“Los beneficios son muchos y muy excelente trabajar juntos y de la mano con el proyecto. He aumentado mi cosecha, antes producía 80 quintales, ahora produzco 120 quintales en las mismas 3 manzanas de café”, explicó doña Rosa.
Consultada sobre a qué atribuye el incremento, sin dudar respondió: “es que ahora doy manejo a mi plantación, como la fertilización y cosechar cuando el grano está en su punto óptimo de madurez. Eso me ha ayudado porque conocí sobre las diferencias del peso según su estado de madurez (del grano)”. Gracias a esta práctica, el corte del café y beneficiado en el grado óptimo de maduración, asegura haber obtenido un incremento del 5% del valor de venta a Aldea Global; empresa aliada de MOCCA, en Nicaragua, por medio del cual se facilita asistencia técnica y financiamiento a aproximadamente a mil productores.
“Soy parte de un programa que se llama Café Mujer, con Aldea Global y me dan un trato especial. Pero debo entregar calidad si no el precio es más bajo”, cuenta esta productora.
MOCCA es una iniciativa financiada por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), a través de su Programa de Alimentos para el Progreso (Food for Progress Program), que busca mejorar la productividad agrícola y expandir el comercio de productos agrícolas. El programa MOCCA es ejecutado por un consorcio liderado por TechnoServe, Lutheran World Relief lidera las actividades del programa cacao.
Mejoras en la finca y en el hogar
Con el aumento de sus ingresos, se siente más tranquila y es que esto le ha permitido hacer mejoras tanto en su casa, como en la finca. “He pintado mi casa, he hecho un cerco con mallas para que no se me pierdan mis gallinitas, ya que mis animales se iban para el cafetal y de ahí se los robaban. También hice un corral para los cerdos que compré con las ganancias que quedaban de la venta de mi café”. Una inversión que además, incide en la calidad del café que oferta, reduciendo las posibilidades de contaminación por heces fecales.
¡Sin miedo al éxito… y al financiamiento!
Además de los entrenamientos en Buenas Prácticas Agronómicas, Rosa ha recibido educación financiera. Aprendiendo a llevar registros de gastos e ingresos de su finca, y con la asesoría de un promotor de financiamiento, el 27 de febrero de este año, obtuvo un financiamiento que ha utilizado para establecer nuevas áreas de café, compra de fertilizantes y otra parte para alimentar a su familia.
En una comunidad, donde el dueño de la finca usualmente es un hombre, Rosa, destaca como productora. No le gusta depender de nadie, y algunos hasta dicen que es fachenta, porque no depende de un esposo, pero las habladurías no le pesan y se las toma con humor. Con su amplia sonrisa, mientras nos ofrece un café continúa hablando de su nieto, sus hijos y su finca, su “gran pasión”.